DESDE LA TERTULIA
Por Armando Guerra Vázquez
QUERÉTARO, QRO., 22 de noviembre de 2015.- El caso de los 20 ciudadanos detenidos que permanecían en plantón frente al edificio de la alcaldía del turístico municipio de Tequisquiapan, en demanda de que el edil Raúl Orihuela realizara un proceso democrático para elegir a los delegados de las comunidades rurales de esa cabecera, nos demuestra una vez más que en Querétaro con Francisco Domínguez se avecina un gobierno de represión, autoritarismo y sin sensibilidad para las justas demandas de la sociedad.
Seguramente el gobierno del estado intentará “lavarse las manos” echándole la “bolita” al gobierno municipal de extracción «pevemista» (PVEM), pero como dice el vulgar adagio “tanto peca como el que mata a la vaca, como el que le detiene la pata”, analicemos porqué: Es cierto, todo este conflicto social fue propiciado por la falta de capacidad de acuerdos y negociación del bisoño gobierno de Raúl Orihuela, ningún funcionario tequisquiapense ni mucho menos el presidente municipal lograron desarticular el problema, aquello fue creciendo y enardeciendo a los ciudadanos en plantón que nunca vieron visos de solución.
El gobierno del estado a través de la Subsecretaria de Desarrollo Político mucho menos “metió” las manos para “ayudar” al edil Raúl Orihuela, más bien desde la oficina desde José Ramón Fernández de Cevallos se hicieron de la vista gorda al no intervenir en este conflicto, que no solo ponía en riesgo la estabilidad social del estado, sino también de uno de nuestros municipios más importantes como lo es Tequisquiapan, por lo que aquí no cabe justificación de “respeto a una autonomía municipal”.
¿Por qué el gobierno de Francisco Domínguez entró a Tequisquiapan utilizado la fuerza pública para desalojar a manifestantes sin buscar el diálogo y el acuerdo? ¿Acaso quiere hacer quedar mal al gobierno del PVEM?
El gobierno del estado se defenderá arguyendo que intervino a petición de la autoridad municipal, pero porqué se anuncia que serán procesados por el delito de motín convirtiéndolos como los peores delincuentes y tratando de aplicarles como escarmiento las penas judiciales máximas en el estado, eso señores aquí y en china, se llama represión contra organizaciones sociales que se manifiestan en contra de las arrogancias de un gobierno que no sabe escuchar al pueblo.
No queremos pensar que el gobierno de Pancho Domínguez lo vaya a caracterizar como un gobierno intransigente, represor como aquel de su correligionario Ignacio Loyola Vera, que persiguió a las organizaciones sociales.
Hoy hay un descontento popular en Querétaro porque la Procuraduría de Justicia ha dado a conocer que los 20 detenidos serán procesados por el delito de motín, que alcanza condenas de entre 5 y 10 años de prisión, este es pues todo un acto de represión gubernamental y de violación a la libertad de manifestación, derechos consagrados en nuestra Constitución.
¿ No lo cree Usted amable Lector?