Las investigaciones
Luego de conocerse la tragedia, la Procuraduría General de la República designó al comandante regional de narcóticos José Luis Larrazolo Rubio -quien junto con sus hermanos mantenía un buen prestigio como policías- para hacerse cargo de las investigaciones, así fue como 60 elementos a su mando llegaron procedentes de la ciudad de México a investigar lo sucedido.
Al ser entrevistado por el que esto escribe como corresponsal de “Ovaciones”, Larrazolo Rubio reconoció que la avioneta había salido procedente de Colombia y que ésta obtuvo un permiso provisional para que hiciera algunos servicios de taxi aéreo.
Se presumió que antes del accidente, el aparato despegó de Ixtapa, Zihuatanejo, con la idea de trasbordar la droga aterrizando en una de las carreteras límites de Querétaro y Michoacán, pero no logró hacerlo debido a la densa niebla que cubría la zona localizada en el municipio de Amealco.
Apareció como propietario de la nave el doctor Héctor Yesi González Moreno, de la cual la bitácora se encuentra en blanco, actitud que se dijo asumen los narcos como una medida de seguridad para proteger a quienes están involucrados en el tráfico de drogas, pero en la parte posterior, con fecha del 27 de agosto de 1989 aparecía una renovación de matrícula.
Para evitar el control de los movimientos de la aeronave fuera de Colombia, se obtuvo un permiso provisional para circular como taxi aéreo, dijo que habían datos suficientes para creer que éste aparato ya había sido detenido con anterioridad por las autoridades colombianas o sea por la Policía Nacional probablemente también por problemas de narcotráfico.
Se encontró un acta entre los restos del avión en que se hace entrega por parte de un juez de aquel país, en donde al doctor Yesi González nuevamente se le autoriza y extiende licencia de vuelo.
Se logró también conocer que la cédula profesional del citado profesionista es la 14-971-878 radicado en Cali, Colombia.
Inmediatamente después comenzaron las especulaciones del destino que pudiera haber llevado la droga, unos aseguraron que la nave iba aterrizar en una “pista” de un terreno propiedad del ex gobernador guanajuatense y ex regente capitalino Ramón Aguirre Velásquez.
La finca a la que se hacía alusión fue “La San Ignacio” a la que se tenía pensado dejar como administrador a un “amigo” de éste político de nombre Gilberto Ugalde Campos originario del cercano municipio de San Juan del Río, rumor aquel que nunca se pudo confirmar, era mera especulación.
Cabe ampliar la información de que Ramón Aguirre hijo tiene una gasolinera cercana aquel rancho que obtuvo gracias a la concesión que le dio Salvador Neme hijo de un ex gobernador que llegó a ser Director General de Estaciones de Servicio PEMEX.
Se calculó que la cocaína base decomisada tenía un valor superior al billón 500 mil millones de pesos. >>continuará 4a. y última parte<<